Lectura semanal
September 28 - October 4
Cita para reflexionar esta semana
“Si invocas a la Santísima Virgen cuando seas tentado, Ella vendrá inmediatamente en tu ayuda y Satanás te abandonará”.
Ofrenda de la mañana
Oh Jesús, por el Inmaculado Corazón de María
Os ofrezco mis oraciones, obras, alegrías y sufrimientos de este día
por todas las intenciones de tu Sagrado Corazón
en unión con el Santo Sacrificio de la Misa en todo el mundo,
para la salvación de las almas, la reparación de los pecados, la reunión de todos los cristianos,
y en particular por las intenciones del Santo Padre este mes.
Amén.
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Lectura de la semana
Den gracias al Señor, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre. Que lo digan los redimidos del Señor, a quienes redimió del poder del adversario, a quienes reunió de todos los países, de oriente y de occidente, del norte y del sur.
Oración de la semana
Señor nuestro Dios y Padre, te damos gracias por todas las bendiciones que has traído a nuestras vidas, y por todo lo que aún esperamos recibir de tu bondad. Te agradecemos que por medio de tu Espíritu obrarás cada vez más en nosotros y en todas las personas, para no ser entorpecidos por ninguna consideración humana, sino que podamos ir hacia una meta superior. Guárdanos bajo tu cuidado. Que cada uno de nosotros experimente tu ayuda y tu consuelo en todas nuestras preocupaciones particulares, para que nuestros corazones siempre se regocijen alabando tu nombre. Amén.
Producto de la semana
Lecturas de Hoy
XXVI Domingo Ordinario
Primera lectura
Amós 6, 1. 4-7
Esto dice el Señor todopoderoso:
"¡Ay de ustedes, los que se sienten seguros en Sión
y los que ponen su confianza
en el monte sagrado de Samaria!
Se reclinan sobre divanes adornados con marfil,
se recuestan sobre almohadones
para comer los corderos del rebaño y las terneras en engorda.
Canturrean al son del arpa,
creyendo cantar como David.
Se atiborran de vino,
se ponen los perfumes más costosos,
pero no se preocupan por las desgracias de sus hermanos.
Por eso irán al destierro a la cabeza de los cautivos
y se acabará la orgía de los disolutos".
Salmo Responsorial
Salmo 145, 7. 8-9a. 9bc-10
R. (1b) Alabemos al Señor, que viene a salvarnos.
El Señor siempre es fiel a su palabra,
y es quien hace justicia al oprimido;
él proporciona pan a los hambrientos
y libera al cautivo.
R. Alabemos al Señor, que viene a salvarnos.
Abre el Señor los ojos de los ciegos
y alivia al agobiado.
Ama el Señor al hombre justo
y toma al forastero a su cuidado.
R. Alabemos al Señor, que viene a salvarnos.
A la viuda y al huérfano sustenta
y trastorna los planes del inicuo.
Reina el Señor eternamente,
reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos.
R. Alabemos al Señor, que viene a salvarnos.
Segunda lectura
1 Timoteo 6, 11-16
Hermano: Tú, como hombre de Dios, lleva una vida de rectitud, piedad, fe, amor, paciencia y mansedumbre. Lucha en el noble combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste tan admirable profesión ante numerosos testigos.
Ahora, en presencia de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que dio tan admirable testimonio ante Poncio Pilato, te ordeno que cumplas fiel e irreprochablemente, todo lo mandado, hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo, la cual dará a conocer a su debido tiempo Dios, el bienaventurado y único soberano, rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad, el que habita en una luz inaccesible y a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A él todo honor y poder para siempre.
Aclamación antes del Evangelio
Amós 6, 1. 4-7
Esto dice el Señor todopoderoso:
"¡Ay de ustedes, los que se sienten seguros en Sión
y los que ponen su confianza
en el monte sagrado de Samaria!
Se reclinan sobre divanes adornados con marfil,
se recuestan sobre almohadones
para comer los corderos del rebaño y las terneras en engorda.
Canturrean al son del arpa,
creyendo cantar como David.
Se atiborran de vino,
se ponen los perfumes más costosos,
pero no se preocupan por las desgracias de sus hermanos.
Por eso irán al destierro a la cabeza de los cautivos
y se acabará la orgía de los disolutos".
Evangelio
Lucas 16, 19-31
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: "Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y telas finas y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo, llamado Lázaro, yacía a la entrada de su casa, cubierto de llagas y ansiando llenarse con las sobras que caían de la mesa del rico. Y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió, pues, que murió el mendigo y los ángeles lo llevaron al seno de Abraham. Murió también el rico y lo enterraron. Estaba éste en el lugar de castigo, en medio de tormentos, cuando levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro junto a él.
Entonces gritó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí. Manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas'. Pero Abraham le contestó: 'Hijo, recuerda que en tu vida recibiste bienes y Lázaro, en cambio, males. Por eso él goza ahora de consuelo, mientras que tú sufres tormentos. Además, entre ustedes y nosotros se abre un abismo inmenso, que nadie puede cruzar, ni hacia allá ni hacia acá'.
El rico insistió: 'Te ruego, entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro a mi casa, pues me quedan allá cinco hermanos, para que les advierta y no acaben también ellos en este lugar de tormentos'. Abraham le dijo: 'Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen'. Pero el rico replicó: 'No, padre Abraham. Si un muerto va a decírselo, entonces sí se arrepentirán'. Abraham repuso: 'Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso, ni aunque resucite un muerto'".






