Lectura semanal
1 de diciembre - 7 de diciembre
Cita para reflexionar esta semana
“La oscuridad sólo puede ser disipada por la luz. El odio sólo puede ser vencido por el amor”.
Ofrenda de la mañana
Oh Jesús, por el Inmaculado Corazón de María
Os ofrezco mis oraciones, obras, alegrías y sufrimientos de este día
por todas las intenciones de tu Sagrado Corazón
en unión con el Santo Sacrificio de la Misa en todo el mundo,
para la salvación de las almas, la reparación de los pecados, la reunión de todos los cristianos,
y en particular por las intenciones del Santo Padre este mes.
Amén.
Artículos que le pueden interesar
Lectura de la semana
Digan a la hija de Sión: «Mira, tu rey viene hacia ti, humilde y montado en un burro, en un burrito, cría de una bestia de carga»... Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás, gritaba: —¡Hosanna al Hijo de David! —¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! —¡Hosanna en las alturas!
Oración de la semana
Señor nuestro Dios, te damos gracias por permitir que de los corazones de la gente se eleven hosannas, y por permitirnos clamar a ti, aún con mayor fervor en tiempos tenebrosos. Ayúdanos, oh Dios Todopoderoso, y ayuda a tu rey, Jesucristo, en su victoria final. Porque él será vencedor, trayendo gracia, paz, victoria y vida a todo lo que es bueno en la tierra como en el cielo. Él será vencedor en todo momento de nuestras vidas, y nos permitirá mantener la fe en medio de problemas, temores y necesidades, sí, incluso en la muerte. ¡Hosanna al victorioso, Cristo Jesús, el vencedor que has elegido! Oh Dios Todopoderoso, proclámalo en la tierra. Haz que todas las naciones sepan que él viene en camino, para la gloria de tu nombre. Amén.
Lecturas de Hoy
I Domingo de Adviento
Primera lectura
Jer 33, 14-16
“Se acercan los días, dice el Señor, en que cumpliré la promesa que hice a la casa de Israel y a la casa de Judá.
En aquellos días y en aquella hora, yo haré nacer del tronco de David un vástago santo, que ejercerá la justicia y el derecho en la tierra. Entonces Judá estará a salvo, Jerusalén estará segura y la llamarán ‘el Señor es nuestra justicia’ ”.
Salmo Responsorial
Salmo 24, 4bc-5ab. 8-9. 10 y 14
R. (1b) Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos,
guíanos con la verdad de tu doctrina.
Tú eres nuestro Dios y salvador
y tenemos en ti nuestra esperanza. R.
R. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Porque el Señor es recto y bondadoso,
indica a los pecadores el sendero,
guía por la senda recta a los humildes
y descubre a los pobres sus caminos. R.
R. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Con quien guarda su alianza y sus mandatos,
el Señor es leal y bondadoso.
El Señor se descubre a quien lo teme
y enseña el sentido de su alianza. R.
R. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Segunda lectura
1 Tes 3, 12–4, 2
Hermanos: Que el Señor los llene y los haga rebosar de un amor mutuo y hacia todos los demás, como el que yo les tengo a ustedes, para que él conserve sus corazones irreprochables en la santidad ante Dios, nuestro Padre, hasta el día en que venga nuestro Señor Jesús, en compañía de todos sus santos
Por lo demás, hermanos, les rogamos y los exhortamos en el nombre del Señor Jesús a que vivan como conviene, para agradar a Dios, según aprendieron de nosotros, a fin de que sigan ustedes progresando. Ya conocen, en efecto, las instrucciones que les hemos dado de parte del Señor Jesús.
Aclamación antes del Evangelio
Sal 84, 8
R. Aleluya, aleluya.
Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.
R. Aleluya.
Evangelio
Lc 21, 25-28. 34-36
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra, las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las estrellas se bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad.
>Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación. Estén alerta, para que los vicios, con el libertinaje, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.
Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre.